Hace algunas semanas,
aprovechando la finalización del año 2015, muchos medios de comunicación
aprovechaban para hacer balance de ese periodo cronológico desde el punto de
vista de la cultura. Me llamaron la
atención algunos escritos publicados en Jerez, entre ellos uno titulado La Cultura en Jerez comienza a desperezarse. Notable artículo en cuanto a dar una visión
general del estado de la cultura en
nuestra ciudad, pero me sorprendió sus
breves referencias a la lectura y el
libro. Contadas líneas referidas a la
celebración del anual congreso de la Fundación Caballero Bonald la presentación de algún libro notable como
el de José Mateos –Un año en la otra vida,
Pre-Textos, que reseña mi compañero Pepe en su artículo de esta misma página -o
la inauguración de una librería de
viejo. Nada que objetar, pero con solo estas referencias la visión del mundo
del libro en Jerez queda muy limitada. ¿Dónde están las bibliotecas públicas? ¿Cuál
es la situación real de las librerías?
¿En qué está afectando el IVA a
todo el entramado del libro? Entiendo
que internándose en estos y otros aspectos el artículo no podría haber llevado tan llamativo título.
Otro artículo que me atrajo días
atrás lo firmaba Nati Montaño. Librera y
gran conocedora del tema bajo el titulo
de Jerez: objetivo 2025. Este,
ya más centrado en lo que es la problemática específica del libro y la lectura,
proponía a los lectores el juego de imaginar cómo sería la ciudad culturalmente
en el horizonte del año anteriormente mencionado, señalando con precisión los
males que actualmente aqueja a la cultura del libro en Jerez que no son
pequeños ni fáciles de abordar, o dicho con otras palabras: priorizar lo
básico dejándonos de artificios en una
ciudad que no anda sobrada de recursos. Y es en esto último es donde creo está
lo esencial. Para mí estas prioridades hoy estarían en no dejar caer una a una nuestras librerías
de toda la vida como lamentablemente está sucediendo en nuestro país - lean la novela de Manuel Rivas El último día de Terranova-. Recuperar el
valor del libro y la lectura en el
entorno familiar. Potenciar las bibliotecas públicas, piezas aún insustituibles
para hacer accesible la cultura a todos y que hoy necesitan evolucionar hacia
un nuevo modelo que encaje en la actual sociedad tecnológica. Recuperar
espacios de encuentros de lectores, etc. Confronten estos y otros aspectos con
la realidad en nuestra ciudad al iniciar el nuevo año, comprobarán que la
cultura del libro y la lectura esta en Jerez lejos de desperezarse. RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO -
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