martes, 18 de agosto de 2015

RAFAEL CHIRBES

El sábado pasado, día 15 de agosto, fallecía Rafael Chirbes en Tavernes de Valldignas (Valencia), a los 66 años de edad. Aunque sus éxitos más notorios le han llegado a este magnífico escritor con sus novelas Crematorio, con la que obtuvo varios premios (el de la Crítica) y fue llevada a la televisión, y En la orilla (también premiada con el Nacional de Narrativa), Rafael Chirbes ha sido un escritor de largo recorrido y con justo mérito pertenece a ese selecto o escogido grupo de escritores que nunca defrauda al lector en todo lo que este quiere encontrar en una novela, ya sea simple entretenimiento, ya intriga, es decir, los ingredientes perfectos para que no se pueda dejar la lectura y, sobre todo, contado con una excelente calidad en el estilo. Chirbes es un ejemplo de esa tradición de narradores españoles que desde Cervantes han dado lustre y esplendor a nuestra literatura. Destacamos aquí dos breves reseñas: la primera de una breve narración titulada La buena letra y la segunda de En la orilla.
La buena letra
Rafael Chirbes. Anagrama, 2007

La buena letra es una novela de corta extensión pero de una intensidad y un desgarro que conmueve al lector más impasible. Solo la narradora se da cuenta de que después de la Guerra Civil y a pesar de lograr sobrevivir a ella, hay otra guerra, la más cruel, la que va minando a los personajes, que es el egoísmo, la falta de comunicación, la soledad de unos hombres y mujeres que no consiguen ser felices, porque no logran superar el rencor. Muy aconsejable. J.L.R.

En la Orilla
Rafael Chirbes. Anagrama, 2013


Una de las novelas más alabadas por la crítica durante 2013, y que ahora es justamente reconocida con el Francisco Umbral al libro del año. De alguna manera la historia se relaciona con la de Crematorio, donde Chirbes se valía de la figura de un empresario valenciano para hacer una realista crónica de la España deslumbrante del pelotazo. El hallazgo de un cadáver en el pantano de Olva, al inicio de la narración, es la imagen simbólica de lo que queda de aquello. A través del protagonista, Esteban, que acaba de cerrar su carpintería y dejar en el paro a los que trabajan para él-  víctima y verdugo- de sus indagaciones sobre el por qué llega a esa situación,  se nos dibuja un escenario lleno de escombros y donde el dinero se muestra como el destructor de la condición humana. R.C.P.

No hay comentarios: