sábado, 16 de marzo de 2013

INTERESANTES TESTIMONIOS SOBRE EL GUADALETE


Son estos días de zozobra para los habitantes de las zonas aledañas al río Guadalete, también para la ciudad, que  vuelve su mirada perezosa a ese curso de agua  ante su crecida  por razones climatológicas. La  realidad, sin embargo, es que hoy como ayer, Jerez vive de espaldas al Guadalete y basta hurgar en la historia para confirmarlo. Un rápido repaso a pasados testimonios sobre esta relación nos hará toparnos con un rosario de proyectos inacabados, lamentos por su estado, descripciones paradisíacas, algunas intervenciones notables, recreaciones históricas o, recientemente, una tímida regeneración de sus riberas. Todo ello sólo nos hace confirmar que este río, el más importante curso fluvial de la provincia de Cádiz, es la permanente asignatura pendiente de la ciudad a lo largo de la historia. A partir del siglo XVII aumentan los proyectos sobre el Guadalete. Uno de los más destacados fue el de los ingenieros Cristóbal de Rojas y Julio César Fontana que propusieron  construir un muelle en sus orillas. Ese proyecto como tantos otros, que intentaban un aprovechamiento económico del río, como la tan ansiada canalización para hacerlo navegable enlazando con el Guadalquivir –proyecto de Leonardo Turriano- se alternaba con la visión idílica del lugar.  Así  Portillo en sus ‘Noches jerezanas’ lo describe desde el puente de Cartuja, tomado por  millares de gallinetas de agua, ánsares, patos, anfibios, y otros pájaros fluviales entre los que destacan grandes bandadas de blancos cisnes…Los viajeros románticos del XIX, en cambio, se ven poseídos por la visión de las sombras espectrales de los guerreros que se habían batido en sus orillas hacía siglos:  Busqué  sorprender en el murmullo del río cuyas  limpias aguas rozaban mis pies y entre el susurro de juncos atormentados por el viento de la tarde, los rumores desvaídos del combate…(Antoine Latour. La Bahía de Cádiz). Con la construcción del pantano de Guadalcacín (Antonio Gallego y Sánchez), la más rotunda de las actuaciones en torno al Guadalete, las riberas del río se vieron afectadas por la obra con la construcción de canales que pretendían en su estadio final dar  miles de hectáreas al cultivo de regadío (proceso culminado en 1939), y que dejaría profunda huella sobre un paisaje inalterado durante siglos. Acueductos, puentes de hierro, el ferrocarril… Pese a ello todavía el Guadalete a mediados del pasado siglo se veía como un lugar idílico donde pescar sábalos o anguilas, bañarse, o disfrutar de una buena comida  en las ventas circundantes. Pero hoy, sólo cuando las gentes del lugar miran  con preocupación la crecida del Guadalete, Jerez vuelve su mirada  perezosa al río recordando retazos de una historia inconclusa. RAMON CLAVIJO PROVENCIO

No hay comentarios: