sábado, 17 de noviembre de 2012

MICIANO Y EL MISTERIOSO MANUSCRITO


A veces la sorpresa se encuentra agazapada en los lugares más insospechados. Me encontraba en el húmedo sótano de aquella vieja casa ya abandonada hacía años, y que un apreciado amigo había recibido en herencia familiar. En aquel sitio el paso de los años había  ido acumulando un número incontable de objetos, también una pequeña biblioteca. En unas viejas y  desvencijadas estanterías se acumulaban  libros hundidos bajo el polvo, y ése era el motivo de mi estancia en el sótano: me habían pedido el favor de separar el “polvo de la paja”,  en definitiva  dar mi opinión  sobre si en aquella anárquica biblioteca había algo de valor que mereciera ser rescatado. Sería tedioso darles cuenta de mis idas y venidas de aquel sótano a lo largo de las semanas siguientes, tampoco sería oportuno describir los materiales con los que fui topándome. Pero entre las sorpresas agradables (más de una) sin duda estuvo el comprobar que la mayoría de los libros que allí permanecían abandonados eran infantiles. Cuentos, libros de aventuras, de misterio, o de  hadas y duendes…una biblioteca infantil con curiosísimas ediciones tal como debió de ser una biblioteca para jóvenes  en las primeras décadas del siglo pasado. Pero mi mayor sorpresa fue el encontrar solapado entre los libros de uno de los estantes un cuaderno de tapas duras. El manuscrito anónimo de caligrafía depurada parecía escrito por un alter ego que años atrás, ignoro cuántos, había estado visitando  aquel sótano y trasteando en  aquella biblioteca infantil…”Mi interés inicial se centró en aquella que parecía abandonada biblioteca infantil. Aquellos libros muchos de ellos de coloreadas ilustraciones e historias maravillosas, parecían que ya no interesarán a nadie y hubieran sido condenados al ostracismo… Pregunté al  amigo y  propietario si identificaba de quién podía haber sido aquel manuscrito, pero su confusión y sorpresa fue tanta como la mía. Seguí acercándome en mi tiempo libre al sótano de aquella casa, y seguí recopilando datos de la biblioteca abandonada. Pero  a veces me daba un respiro, y entonces volvía a las páginas  del manuscrito misterioso y leía unas páginas que parecían ir describiendo lo que yo acababa de hacer apenas unos instantes, sólo que aquella era una crónica de décadas antes…” reparé entonces en un libro cuyo  lomo de azul cielo sobresalía sobre los demás libros de aquel anaquel. Pasaron entonces  ante mi decenas de páginas casi todas ilustradas con magníficos dibujos firmados por Miciano.  El jerezano Teodoro Miciano brillante pintor y grabador, al parecer también  se dedicaba a la ilustración de libros infantiles, algo que ignoraba hasta este momento. Un motivo más para que todos estos libros sean librados de su penoso letargo…” Dejé el manuscrito y  volví a la tarea. En ese momento me llamó la atención un libro cuyo  lomo  azul cielo sobresalía sobre los demás libros de aquel anaquel…RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO

No hay comentarios: