lunes, 9 de julio de 2012

ALGUNAS LECTURAS PARA EL VERANO ( I )




DE VIDAS AJENAS. Emmanuel Carrére. Anagrama, 2011

Me comentan algunos lectores,  que la mayor parte de las veces los libros que reseñamos se hacen laudatoriamente, que son pocos los que comentamos negativamente. Bueno, la verdad que en mi caso siempre es más agradable, y creo que útil, recomendar una lectura que me haya aportado algo, que perder el tiempo poniendo en solfa tal o cual libro. Créanme que esto último es lo más fácil, y libros, como entenderán, no faltan para ello. Lo difícil es encontrar libros como este que les traigo, que introduce rápidamente al lector en la historia, una historia real que termina golpeando nuestra conciencia. El inicio es tan impactante como lo puede ser contemplar  impotente  los estragos del tsunami que afecto la costa de Tailandia en 2004. El narrador vaga por ese mundo irreal que queda tras la devastación, y de ahí va surgiendo una  historia  real, en parte trágica pero también llena de esperanza, a la  que el autor dota de lirismo y belleza. Los protagonistas, un hombre y una mujer, podemos decir que son dos supervivientes a los que la amistad les servirá para enfrentarse a los golpes del destino. Mejor obra narrativa del año pasado en Francia. Esplendida. R.C.P.


LA LUZ DEL GUERNICA. Baltasar Magro. Roca, 2012

Lleva este veterano periodista, al frente durante tantos años del mítico “informe Semanal”, transitando por los caminos de la literatura desde hace algún tiempo, y tiene a sus espaldas media docena de novelas de las que “En el corazón de la ciudad levítica”, donde se introduce y juega con acierto en los misterios de la ciudad de Toledo, quizás sea hasta el momento la más aclamada. Ahora La luz del Guernica lleva todas las trazas de desbancar aquella en el currículo literario de Magro. Sin grandes pretensiones, pero con honestidad y sobre todo con un gran trabajo de documentación, el autor ha intentado reconstruir la historia que hay detrás del cuadro más conocido de Picasso. Partiendo de la impresión que le causó a aquel la contemplación de “Los desastres de la guerra” de Rubens, Magro trata de ser fiel a la realidad histórica rellenando con la ficción, como el buen restaurador, los girones de aquella que se ha llevado el tiempo. R.C.P.


Nota: La ilustración reproduce un cuadro del mágnifico pintor jerezano Juan Carlos Crespo Lainez.