ATESORAR ESPAÑA
Bajo ese lema que encabeza estas
líneas, “Atesorar España”, se viene
celebrando en Sevilla, en Santa Clara,
desde el pasado marzo una excepcional
exposición fotográfica sobre nuestro país,
con fondos de la
Hispanic Society of America. Se trata de una muestra
representativa de las colecciones gráficas en su momento reunidas por el
hispanista Archer Milton Hutington, y donde se puede extraer una visión total
de España, y de Andalucía, en un periodo que va desde finales del XIX hasta el primer tercio del XX. En la mencionada
exposición se recogen series de fotógrafos míticos como Laurent o Clifford,
y de otros tan conocidos por su legado
fotográfico como por su halo de grandes viajeros como es el caso del alemán
Kurt Hielsche o la intrépida Ruth Matilde Anderson. Como les digo, me parece
oportuno comentar esta exposición en esta página literaria, pues el trabajo de
muchos de estos artistas de la fotografía y cuyas colecciones fue adquiriendo
pacientemente Hutington, fue responsable
de una visión de nuestro país que se puede equiparar a la visión que dejaron
los viajeros extranjeros con sus testimonios escritos, en el periodo álgido del
movimiento romántico. Una imagen singular, extraña, alejada de la realidad
europea, en parte inventada que ha sido santo y seña del país durante décadas,
y sobre la que se superpuso esta otra visión, más negra y realista, ya no tanto
escrita sino fotografiada, que dejaba la
imagen de un país que tenía la pobreza pegada a la alpargata de un pie,
mientras el otro trataba de tocar la modernidad. Es
curioso y a la vez extraño cómo la historiografía española se mantuvo alejada,
si prestar atención al movimiento viajero, pese a la indudable influencia que
ejercía sobre la imagen del país que se divulgaba en el exterior, prácticamente
hasta el último tercio del siglo XX. A partir de dos congresos celebrados en la
década de los ochenta del pasado siglo, el de Madrid -“La imagen romántica de
España”- dirigido por Calvo Serraller, y el de Ronda en 1984 –La imagen de
Andalucía en los viajeros románticos- bajo la dirección de Alberto González
Troyano, se puede decir que se produjo una inflexión en ese interés. A partir
de entonces multitud de congresos, monografías, exposiciones han tratado de
recuperar el tiempo perdido y analizar un fenómeno cuya relevancia e influencia
sobre nuestra imagen de país aún no ha sido suficientemente calibrada. Baste
decir que mientras los viajeros románticos divulgaban una imagen de España, y
por ende de Andalucía, misteriosa, orientalizante, de clima paradisiaco, Clarín
redactaba sus crónicas sobre los sucesos de la Mano Negra. Era la Andalucía trágica que
los viajeros no mostraban. Una imagen en cambio que sí se intuye, en muchas de las fotografías, que
algunos años después del cenit del movimiento viajero romántico sobre nuestro
país, hicieron fotógrafos trotamundos que ahora son recuperados en esta
excepcional exposición “Atesorar España”. Ramón Clavijo Provencio
No hay comentarios:
Publicar un comentario