sábado, 29 de enero de 2011

SESIÓN INFANTIL

Todos conocemos la intensa relación del cine con la literatura, hasta el punto de que resultaría harto difícil relacionar la gran cantidad de películas que se han nutrido de “fuentes literarias” con mayor o menor fortuna a lo largo de la historia. Muchas de ellas fueron pensadas para un público infantil y atrajeron a las salas de cine, durante el periodo comprendido entre los años treinta y ochenta del pasado siglo, a muchos pequeños que no solamente se iniciaron en el amor hacia el séptimo arte sino también a conocer, a través de la gran pantalla, en aquellas denominadas “sesiones infantiles”, los clásicos de la literatura. En el caso de nuestra ciudad el cinematógrafo se introdujo alrededor de 1905, luego, como en tantos otros sitios, aquella nueva manera de interpretar o reflejar la realidad, se hizo con innumerables seguidores que llenaban las salas que empezaron a habilitarse en la ciudad para contemplar las películas, primero mudas, luego sonoras. Primero en blanco y negro, luego en color. A lo largo de algo más de un siglo en el que el cine forma parte irrenunciable de nuestra vidas, mucho ha cambiado y evolucionado, no solo desde el punto de vista técnico, sino también en nuestra particular forma, como espectadores, de ver las películas. Nada tienen que ver las actuales proyecciones con sonido envolvente y técnica en tres dimensiones, que incluso podemos contemplar en privado en el salón de nuestra casa con la pantalla adecuada, con aquellas realizadas en antiguos cines, tan fastuosos como teatros, donde la multitud se agolpaba en mullidas butacas esperando el comienzo de la sesión. Pero algo sigue inalterable: la fascinación que a las sucesivas generaciones les sigue produciendo el denominado séptimo arte. De aquella época, a la que nos referíamos al principio, cuando los más pequeños se agolpaban en las salas de cine, en la denominada “sesión Infantil”, trata la exposición que desde hace algunas semanas se exhibe en la Biblioteca Municipal de Jerez, y que se puede entender como un homenaje a aquellas sesiones infantiles, que en todas las ciudades españolas, y aquí en Jerez en lugares como el teatro Villamarta o el cine Jerezano, sirvieron para iniciar y apasionarse a muchos jóvenes por el cine, y como decíamos, por la literatura. En ella se expone una cuidada selección de la colección de programas de mano que la Biblioteca Municipal conserva de aquellas sesiones infantiles en nuestra ciudad, en su día donados por Cine Club Popular de Jerez. Son estos programas de mano, algunos muy antiguos y otros que harían las delicias de un coleccionista, versiones reducidas de los magníficos carteles en los que se anunciaban y publicitaban aquellas películas. Películas que hoy constituyen un recuerdo entrañable para niños de ayer, adultos de hoy, irremediablemente atrapados por la magia del cine y de la literatura. Ramón Clavijo Provencio

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